Vang Vieng & Vientian

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Vang Vieng

Ciudad de fiesta por excelencia en Laos, cuna del tubing. Esta actividad consiste en montarte en un donuts de plástico gigante y descendervacascaminorio río abajo mientras vas parando en los numerosos bares que existían en sus orillas para tomarte una cerveza tras otra (u otro tipo de alcohol). Lo que ocurre es que esto no es el Aquópolis, y debido a las numerosas muertes de turistas que se han producido en los últimos años (roturas de cuello y cráneo por caídas al agua donde abundan las rocas puntiagudas y afiladas) cuando Vang Vieng acogía a masas de extranjeros dispuestos a disfrutar de esta “diversión”, ha hecho que esta práctica ahora sea mucho más light… El alto consumo (y venta) de drogas no hacía que la situación mejorase, por lo que el gobierno optó por cerrar casi todos los bares situados a orillas del río, dejando solo 3 o 4 donde el ambiente ahora es más relajado. A medida que va desapareciendo la luz del día, estos chiringuitos se iluminan con luz de ambiente y puedes sentarte en sus plataformas de bambú mientras te tomas una cerveza y comes barbacoa con el río casi rozándote los pies. Un poco más tarde ponen chunda chunda…será para rememorar los viejos tiempos! En cualquier caso no probamos aquí porque estábamos genial un poco a las afueras donde nos alojamos. Os seguimos contando…

vistashabitacionEl pueblo, el centro quiero decir, no tiene nada especial ni bonito: hostels, tiendas de ropa y masajes, restaurantes y mucho guiri rojo como el fuego, no se sabe si por las cervezas o por el sol, (unque seguro que es por ambas) Pero además de fiesta, Vang Vieng tiene otra cara. A 10 minutos a pie y cruzando uno de los dos puentes del río (a ser posible el cutre, por el que no te cobran 80 cts cada vez que pasas…) hay algunos hostels rodeados de prados verdes pero con las montañas cársticas muy cerquita. Ese fue uno de los nuestros, donde si no es porque tenemos que seguir viajando, nos hubiésemos quedado una semana! Con terraza y vistas directamente a estos paisajes, atmósfera tranquila, buen trato, buena comida, alquiler de bicis para explorar la zona…Muy recomendable el Maylin Guesthouse.

 

Con la bici fuimos a unos 7km a visitar la Blue Lagoon (laguna azul) y su cueva. Se unió Alba, la catalana simpática que conocimos en el bluelagoonvangviengmirador de Nongkhiao y que a sus 25 años lleva viajando por Asia unos meses, sola aunque a tramos acompañada. (Sabemos que nos leerás, te mandamos un besazo!)

Mientras subíamos a la cueva dos señoras chinas muy emocionadas al vernos pidieron una foto primero al caballero y luego con nosotras también jaja (eran graciosísimas!) Visitamos la cueva sin entrar muy dentro porque no íbamos con guía, ni linterna, ni veíamos a nadie que se adentrase más…

Dimos una vuelta por el pueblo (por movernos un poco más) pero en realidad no había mucho más que hacer…Aquí también puedes dar un paseo en globo, pero se salía de nuestro presupuesto (80€/persona por 2 horas o así). Pero sí volvimos a tirar la casa por la ventana celebrando nuestro 4 meses de viaje en una Pizza Luka, regentado por un francés casado con una laosiana donde comimos una pizza enorme y deliciosa hasta con quesito de cabra 🙂

Vientian

copeRumbo a la capital, en una van por carreteras moviditas, llegamos tras 5 horas de viaje. Teníamos intriga por conocer la ciudad porque nos la pintaron como muy fea y cara. Lo último es cierto, pagamos mucho por la cutre- habitación que nos dieron… pero después lo demás compensó. Está bien esto de ir con las expectativas muy bajas, porque siempre hay algo que te sorprende para bien y te deja buen sabor de boca. En realidad no visitamos demasiados monumentos: un parque que teníamos en frente del hotel, el mercado nocturno, y algún templo por fuera que nos pillaba de paso camino a la embajada de Camboya donde nos hicimos el visado en el mismo día. Para hacer tiempo hasta recogerlo (desde las 8 de la mañana, hasta las 4 de la tarde) nos acercamos al COPE, un museo gratis, solo donas la voluntad, que nos encantó.

Está situado dentro del recinto que alberga un centro de recuperación ortopédica para los afectados por las bombas que cayeron en Laos durante la guerra de Vietnam. Bien explotaron en su momento, o bien han explotado después, porque sí, los campos de Laos están infestados de bombas que no explotaron…y se producen muchos accidentes DIARIAMENTE, que en numerosas ocasiones se cobran la vida cope2de personas y animales. Si alguien quiere extender su terreno de cultivo, mejor que explore la zona primero porque el riesgo de accidente es elevado.

Por eso actualmente hay un grupo de personas que con ayuda también de expertos internacionales, se dedican a buscarlas y a desactivarlas. Son los MAG (Mines Advisory Group) que pertenecen a la UXO (Unexploded Ordenance) y peinan cada día los campos para acabar  con esta situación. Dentro del museo puedes pedir al personal que proyecte uno de los documentales de la lista que tienen a la entrada del “minicine” y fue muy interesante, triste pero la cruda realidad. Nunca se declaró la guerra a este país… sin embargo sufrió las consecuencias terribles del conflicto del país vecino, siendo uno de los países más bombardeados de la historia :(Si vas a Vientián os lo recomendamos 100% (además tiene aire acondicionado, wifi y un barecito fuera para tomar un café o helado).

Partimos de Vientián hacia el sur, con visado de Camboya, con tarjeta SIM y con las pilas cargadas para los próximos días…

¡Seguimos el cauce del Mekong rumbo al sur!

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